viernes, 8 de octubre de 2010

Hiedra

Hace tiempo que no escribo por aquí. Estoy un poco desconectado de la biología, me quedé bastante decepcionado este verano con la oposición y llevo ya una temporada bastante larga en la que escribir o indagar sobre estos temas se me hace cuesta arriba, pero bueno a ver si vuelvo coger el hábito y vuelvo a encontrar la pasión perdida jeje.
Hoy precisamente repasando unas fotos me topé con esta de una hiedra, creo que nunca la puse en el blog y la verdad es que me gusta esta planta, recuerdo siendo niño que en unas vacaciones tuve la suerte de parar en una casa donde una hiedra descomunal cubría toda una fachada, era fantástico, desde entonces me quedó el sueño de habitar una casa verde.


Los antiguos celtas vinculaban las hiedras al solsticio de invierno y al amor y la fidelidad (no es de extrañar viendo la foto), otros pueblos de la antigüedad las asociaban también con la inmortalidad pues pueden llegar a vivir muchísimos años.
Su nombre científico es Hedera hibernica que al parecer es la especie que tenemos aquí en Galicia (en algunos sitios le llaman hiedra del Atlántico o hiedra irlandesa). Está muy emparentada con la Hedera helix (hiedra común o inglesa), tanto que no me preguntéis en que se distingue porque cuando yo estudiaba botánica le llamábamos a todas Hedera helix y quedábamos tan panchos.
En cualquier caso ambas están extendidas por los bosques húmedos de Europa, Norte de África y Asia. En Norteamérica también la hay pero allí es invasora. En Canarias como son tan peculiares ellos :-) existe una especie distinta (algunos autores la consideran subespecie y otros ni eso, como una variedad en todo caso): la Hedera canariensis, nativa del archipiélago.
Crece en zonas húmedas de bosques, barrancos, troncos de árboles y también en rocas, muros , paredes o en el suelo. Aparece desde el nivel del mar hasta los 1400 m de altitud.
Puede llegar a alcanzar hasta 30 m lo cual es una pasada, es reptante o, si encuentra el sustrato adecuado, trepadora. Su tallo es leñoso y tiene un olor desagradable cuando se corta. La tradición popular dice que las hiedras pueden llegar a "ahogar" los árboles sobre los que trepan pero las raíces adherentes de la hiedra no penetran en los tejidos vivos del árbol. En contra de lo que piensa alguna gente no es una planta parásita, sólo perjudica al árbol en relación a la competencia que hace por la luz, el agua y los nutrientes minerales.
Las hojas son de 2 tipos (dimórficas): las de los tallos fértiles son aovadas o romboidales, con el margen entero y algo ondulado; las de los tallos estériles, más grandes, son palmeadas y con 3 – 5 lóbulos (las que veis en la foto) Ambas son de color verde oscuro, con venas más pálidas, y brillantes. Las ramas fértiles no aparecen hasta que la hiedra no ha conseguido un desarrollo importante y están situadas siempre en las partes de la planta que reciben más luz, por eso a veces les llaman hojas de sol.
Las flores son hermafroditas y se reúnen en inflorescencias de tipo umbela, con 12 – 20 flores, que a su vez se pueden agruar en racimos o panícula racemosa. El cáliz queda reducido a 5 sépalos pequeños y deltados y la corola a 5 pétalos de 3 – 5 mm,  de color claro, verde amarillentos. El androceo consta de 5 estambres que nacen entre los pétalos alternando con ellos. Florece en esta época, finales de verano y principios de otoño. A ver si hago alguna foto y la cuelgo.
El fruto es una baya de color negruzco con 3-5 cavidades en su interior y otras tantas semillas. En la antigüedad se usaban como tinte para el pelo aunque hay que mencionar que su ingesta es tóxica para el ser humano (y se cree que para muchos animales).
Su uso medicinal se hacía por tanto externo para el tratamiento de llagas o úlceras, normalmente se hervían las hojas y se cubrían con ellas las llagas o pequeñas heridas.


4 comentarios:

la granota dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=ERqnalUC5jo

;)

Atalanta dijo...

Desde crío me quedaba prendido de una enore casona junto a la muralla completamente invadida por la hiedra. Me alegra verte de vuelta por aquí.

estonoesunblogdehistoria dijo...

Una entra muy interesante, espero que ahora que he descubierto esta bitácora no la abandones (que me suele pasar eso muy amenudo) Simpre me han apasionado las hiedras, pero confieso que no sabía nada de ellas, solo la mágia con la que envuelven las casas antiguas que tanto me gustan

Furacán dijo...

Espero no abandonarla. Sigo con pocas ganas de escribir pero confío que tarde o temprano me vuelva a apetecer. Ya me ha pasado más veces, en el fondo sé que la biología me gusta, que me emociono viendo bichos y cosas así. A ver si vuelvo salir al campo y traigo cosas para contar.