martes, 6 de enero de 2009

Mirlo común

El mirlo negro, o mirlo común (Turdus merula) es una especie de ave muy abundante en Europa, Asia y África del Norte (introducido en Australia y Nueva Zelanda). Existen varias subespecies de mirlo común en su amplia área de expansión, de 14 a 16, entre ellas algunas sub-especies de Asia que son consideradas como especies por algunos autores.

Muy fácil de ver pero esquivo para fotografiar, esto es lo más que he podido acercarme

Según la latitud, el mirlo puede ser residente o migratorio, parcial o totalmente (originalmente era migratoria). Las poblaciones del norte emigran en invierno hacia el sur hasta África del Norte o hasta el Asia tropical pero las poblaciones urbanas tienen más probabilidades de permanecer en los climas fríos gracias a un microclima más suave y una relativa abundancia de alimento, lo que permite a estas aves establecer un territorio e iniciar la reproducción a principios de año.
El mirlo negro es un animal bien conocido desde la antigüedad. Era considerado por los griegos como un animal sagrado, pero destructivo, y fue citado por Aristóteles con el nombre Cottyphus (Κοττύφος). Los romanos le denominarían Merula (del que derivará en castellano a Mirlo). Marco Terencio Varrón da como explicación etimológica un diminutivo de Mera: Merula es el "quasi Mera", «casi solo», lo que da bien cuenta del carácter solitario de esta ave.

En cambio en esta foto vemos 2 machos casi juntos

Y es que los mirlos negros tienen una territorialidad muy acentuada y no viven en grupo (salvo los individuos migratorios fuera de época de cría, que son más sociables). Machos y hembras tienen un comportamiento territorial en el lugar de anidación, cada uno con un comportamiento agresivo distinto (a pesar de que las peleas entre las hembras son menos frecuentes, tienden a ser más violentas) El macho establece su territorio durante su primer año de existencia y lo mantiene toda su vida. Durante la temporada de anidación un mirlo no soporta a ningún congénere, con la excepción de su pareja.
El plumaje de los machos adultos es totalmente negro y contrasta fuertemente con el anillo ocular de color amarillo (o amarillo-naranja) y con un pico también amarillo. En invierno, el círculo alrededor del ojo se vuelve más marrón y el pico ligeramente más oscuro. Las patas son de color marrón oscuro.
Según las sub-especies y la estación, el negro del plumaje es más o menos intenso
La hembra tiene un plumaje marrón, cuyos tonos varían de un individuo a otro, presentando zonas más oscuras. No tiene el pico ni el anillo orbital de color amarillo brillante del macho: su pico es marrón, a veces con una zona de color amarillo pálido, y su círculo ocular es de color marrón claro. Su garganta es más claro que el resto de su plumaje, pudiendo presentar un aspecto vagamente anaranjado. Sus patas son de color marrón oscuro. Los juveniles tienen un plumaje marrón similar al de las hembras, pero manchado de color beige en el pecho y en la parte inferior del cuerpo. Ocasionalmente se ven en los mirlos negros anomalías en el plumaje; mirlos albinos y cosas así aunque yo nunca he visto ninguno.

Arriba hembra, macho y cría. Forma del nido, huevos y comparación de su tamaño con otras especies de aves: en rojo mirlo, las otras vete tú a saber (¿alguien sabe ruso?), por la silueta de izqda a dcha podría ser mirlo acuático, un herrerillo capuchino?, un jilguero y un pardillo o algo similar. Que me corrija quien controle de aves.

Esta especie es monógama, la fidelidad es la regla general, hasta la muerte. Pero como nada es perfecto, la separación de las parejas se produce en el 20% de los casos después de una temporada de cría con una baja tasa de éxito. El territorio es esencial para la formación de las parejas y la anidación .
El cortejo masculino se compone de carreras oblicuas, combinadas con movimientos de cabeza, el pico abierto, y un canto emitido en tono profundo y estrangulado. La hembra permanece inmóvil hasta que levanta la cabeza y la cola para permitir el apareamiento
Un mirlo macho de un año de la sub-especie Turdus merula merula puede comenzar a cantar en el mes de enero si hace buen tiempo, con el fin de establecer un territorio, seguido a finales de marzo por el macho adulto.
El canto es un gorjeo no repetitivo, aflautado, melodioso y muy grave, o eso es como lo describen los libros. Este canto lo dirige desde lo alto de los árboles, los tejados de las casas o cualquier otro posadero que domine los alrededores.
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Al parecer el canto dura más cuando el macho está en mejor forma física, y cuando la hembra se encuentra en un período de máxima fertilidad. El macho puede cantar a cualquier hora del día, pero el amanecer y el atardecer son los momentos en que los cánticos son más intensos.
El canto del mirlo está considerado como uno de los más bellos cantos de las aves de Europa. La riqueza de su repertorio, sus variaciones melódicas y la capacidad de improvisar distinguen al mirlo europeo de la mayoría de las demás aves.
Tiene muchas otras llamadas, si se le molesta acercándose a su zona, bien mientras construye el nido o la hembra incuba, lanza un repetido ¡¡chuk-chukchuk...!! en tono bajo y lento. Si la alarma es fuerte y repentina huye volando y a la vez lanza un chillido repetido ¡¡chí-chí-uí-uí-uí... chí-uí-uí...!! con variaciones incluso tratándose del mismo individuo. Cuando la presencia de un gato o un Gavilán lo asusta lanza un persistente ¡¡chí-chí-chí-chí...!! en cierto modo histérico y nervioso que con frecuencia es emitido por varios mirlos a coro (las onomatopeyas están sacadas de la literatura :-)). Este mismo grito se escucha invariablemente todos los días cuando los mirlos se concentran en un matorral para dormir.
Al menos dos sub-especies, Turdus merula merula y T. merula nigropileus, son capaces de imitar a otras especies de aves, también gatos, seres humanos o teléfonos móviles, pero el resultado es, en general, débil y difícil de detectar. Los principales sub-especies de montaña, sobre todo T. merula maximus, tiene un canto de baja calidad y un repertorio limitado en comparación con las especies sub-occidentales, de Sri Lanka o de la India peninsular.
La sub-specie Turdus merula merula empieza a poner huevos en marzo, pero las sub-especies de la India oriental son más tardías, comenzando en abril o mayo como muy pronto. Los individuos del hemisferio sur, comienzan a poner en agosto.
La pareja anidante busca una ubicación adecuada para el nido en un arbusto (matorral bajo o algunas veces más elevado), por lo general de alrededor de 2 m sobre el nivel del suelo, con predilección por determinadas especies de plantas como la hiedra, el acebo, el espino, la madreselva o los aligustres.
A pesar de que el macho ayuda en la construcción del nido, principalmente mediante el suministro de materiales de construcción, las hembras construyen casi ellas solas un nido en forma de taza, con musgo, hierbas, raíces y pequeñas ramitas, que bordean de barro o de hojas fangosos.
A continuación, pone de 2 a 6 huevos ( generalmente 4 ), de color azul-verdoso, con manchas marrones-rojizas, que son más numerosas en la parte más gruesa de éste. Los huevos de las sub-especie T. merula merula tienen un tamaño medio de 3 cm y, en general, pesan unos 7 gramos ( el 6% de esta masa corresponde a la cáscara ). La cáscara del huevo de las sub-especies del sur de la India son más pálidas que las de otras especies.
La hembra incuba durante 12 a 14 días antes de la eclosión. Los polluelos nacen desnudos y ciegos, con una masa de 5 a 6 g. Los padres se ocupan los dos, tanto de la alimentación como de eliminar del nido las bolsas fecales de los pequeños. El peso alcanzado por los pollitos a la edad de ocho días es crucial para su supervivencia. La masa ideal sería de 35 a 45 g, por debajo de estos valores el pollito tendría muy pocas posibilidades de sobrevivir: los que alcanzan mayor peso tienen más posibilidades de sobrevivir que los más ligeros.
Abandonan el nido muy temprano, entre 10 a 19 días desde su nacimiento. Una semana antes de saber volar se salen fuera del nido, se dejan caer revoloteando, y se esconden cerca.
Seguirán siendo alimentados por sus padres durante tres semanas después de dejar el nido y ellos siguen a los adultos pidiéndoles alimento.
Si la hembra comienza una segunda cría, el macho solo atiende a la alimentación de los jóvenes Una segunda cría es bastante común, reutilizando las hembras el mismo nido si la primera nidada se ha visto coronada por el éxito y en el sur del área de extensión de esta especie puede tener hasta 3 generaciones por año o más. Durante el período en que los pequeños son alimentados por sus padres aprenden a elegir sus alimentos. A medida que su experiencia y su confianza aumentan comienzan a aventurarse más en el territorio de sus padres. Los jóvenes acaban por hacerse independientes y marcharse, siempre por su propia iniciativa, nunca son obligados por sus padres :-).
Los jóvenes, a su vez, son capaz de reproducirse al cabo de un año, después de elegir su propio territorio
Son omnívoros y consumen una amplia variedad de insectos, gusanos y frutas.


El comportamiento de muchos mirlos urbanos es anormal. Hay machos que no cantan, otros no participan en la crianza de los polluelos, algunos intentan incubar en invierno...

4 comentarios:

Pep dijo...

... el mirlo mañanero que te despierta mucho antes de que salga el sol ... ese es al que me gustaría conocer ...
Saluz

la granota dijo...

Sí, cualquier parecido de una onomatopeya con la realidad es pura coincidencia...

Bridas dijo...

Tengo desde hace un par de días una cría de mirlo en casa. Mi mujer y mi hija la encontraron saltando por el suelo entre los coches a punto de ser atropellada. El caso es que no sabemos qué hacer con ella, pues si la alimentamos, qué será de ella cuando tenga que marcharse y no sepa buscarse el alimento?

Me acaban de aconsejar un par de sitios donde llamar para ver si lo acogen:

Grefa en Majadahonda telefono 916387550 grefa.org, exotarium (Titulcia, 918010420)

¿Qué opinas? ¿Podríamos criarlo nosotros y luego soltarlo en algún paraje con muchos de los suyos o se moriría a los dos días?

Con encanto - Ana dijo...

Esta primavera un hembra de mirlo ha hecho un nido en una estantería que tengo con plantas en el porche de mi casa, ocultándolo detras de una hiedra. Puso tres huevos y este lunes ha nacido el primer pequeño. Para nosotros que nunca habíamos visto esto tan de cerca imaginaros ...
Espero que salgan los otros dos y que puedan abandonar el nido sin dificultad.